Las monedas sociales, paralelas a las oficiales, pueden representar una solución ante la crisis actual, aunque haya diferentes opiniones sobre esta iniciativa. Hace décadas que funcionan en Suramérica y Centroeuropa y ahora empiezan a experimentarse en algunas localidades europeas, en las que consumidores, comerciantes y redes de economía solidaria se están aliando para evitar la dispersión de la riqueza y favorecer el consumo sostenible y de proximidad.
Un ejemplo es el ECO, una moneda social catalana que tiene el mismo valor del euro pero sin intereses, siendo, así, más económica. Además se emite localmente y automáticamente en cada nueva transacción sin necesidad de mediación por parte de bancos. Todos comenzamos con cero euro. Al hacer un intercambio, quien recibe el producto o servicio contrae una deuda, que puede saldar con cualquier otro usuario de la red. Es un trueque multirrecíproco, distinto del trueque directo. También es posible cambiar ecos con euros para gastarlos en tiendas que adhieren al circuito ECO.
Otro ejemplo, recentísimo, es la libra de Bristol que, aunque no sea la primera moneda complementaria experimentada en el Reino Unido, presenta sin duda unos rasgos nuevos que la diferencian de las antecedentes. De hecho, cuenta con el apoyo del Ayuntamiento y de una entidad financiera como el Bristol Credit Union.. La alcaldía se compromete en el sostenimiento del proyecto, dando la posibilidad de pagar con la libra de Bristol los impuestos locales. Por otro lado, la autoridad financiera desarrolla el importante papel de depositario y garante de las primeras 85.000 libras locales en circulación.
Billetes impresos y moneda electrónica conviven. Los ciudadanos (bien 400.000 vecinos implicados) pueden entrar en posesión de libras de Bristol aceptándolas como vuelta de sus pagos en los comercios (300 en toda la ciudad) o bien cambiar libras esterlinas por libras de Bristol en una red de oficinas bancarias (1£B = 1£). Se destaca la opción de abrir una cuenta online con la Bristol Credit Union (disponible para las empresas también), que permite pagos no sólo por Internet sino también por SMS, a través del sistema text to pay, que muchos ya consideran el sistema de pago del futuro.
Interesante la entrevista de RTVE.es a la experta Georgina Gómez, que bien aclarece objetivos y características de este sistema.
Mucho es el entusiasmo hacia iniciativas de este tipo, pero ¿es esto un paso eficaz hacia una sociedad más unida y responsable? Sólo los futuros desarrollos nos dirán si es así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario