A
lo largo de la historia, pensamiento científico e Iglesia, en la
mayoría de las veces, han tenido posiciones contrapuestas. Pese a esta
distancia, los dos comparten la misma dificultad frente a fenómenos como
la PES, que cuestionan la visión tradicional del mundo.
La fïsica Sonia Fernández Vidal tiene 33 años, vive en Barcelona y trabaja en el CERN. En una entrevista dice que todo está hecho de quarks y electrones, todo viene del Big Bang, incluso el espacio-tiempo comienza ahí; habla por lo tanto de continuos Big Bangs en múltiples dimensiones. Explica que el núcleo del átomo está hecho de protones y estos, a su vez, están hechos de quarks; los quarks son partículas vibrantes, las hay de diversos tipos pero las dos más comunes son las del tipo Up y Down. Los electrones son partículas que son corpúsculo y onda que orbitan en torno al núcleo. En resumen, la materia es una tensión energética,
de ahí que las propiedades de estas partículas desafíen la lógica de la
física clásica, ya que una partícula está aquí y allí a la vez. Puede
teletransportarse, pasando a otra estructura al mismo tiempo, por
ejemplo es como estar vivo y muerto a la vez. Según Fernández Vidal nuestro cerebro puede pensar con lógica cuántica
porque la fantasía, la imaginación, la magia y los sueños son funciones
neuronales propias del ser humano. Por tanto, en relación con la PES,
pensamos que la física cuántica un día podría abrir vías de
investigación para una mayor comprensión y proponer nuevas
explicaciones. Desde otra lógica no mecanicista, según la física
cuántica, no hay una sola realidad fija y objetivable, sino muchas
realidades; a pesar de no compartir las mismas teorías de la física
cuántica, la ciencia clásica se suma a este tipo de investigaciones solo
a través de la transmisión de la información cerebral.
Con respecto a la Iglesia,
hasta ahora no ha sido capaz de tener una opinión concreta sobre las
percepciones extrasensoriales. Incluso, podemos decir que está desorientada debido a la explosión de estos fenómenos en los últimos años.
De
todas formas el mundo eclesiástico no puede negar la existencia de
muchas personas que tienen capacidades extrasensoriales, sobre todo
considerando que cada vez más hay fenómenos de este tipo. Además, Las
Sagradas Escrituras dan fe de ello: los mismos profetas y apóstoles (y Jesús sobre todos) poseían estas facultades o poderes paranormales.
Lo
que la Iglesia no establece es si las personas que tienen estas
facultades son influenciadas por (o conectadas a) seres benignos o
malignos: tanto Dios como Satán pueden influir con estos métodos
extrasensoriales en la vida de los seres humanos y por lo tanto no se
puede hablar de poderes malos, ni siquiera de poderes buenos.
Fuentes consultadas
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