En el audiocast
podéis escuchar una parte de nuestros comentarios sobre el tema de las monedas
complementarias y sociales. Nos grabamos en clase y despues hemos limpiado el
sonido editandolo a través del programa libre y multiplataforma audacity. El
trabajo tuvo la finalidad de animar el debate en clase y, por otro lado,
producir un documento audio accesible a un público más amplio. En las otras
entradas del blog (moneda complementaria, social y empresarial) se profundiza
más sobre los temas tratados en nuestra charla y, por consiguiente, os animamos
a leerlas y comentarlas.
Las monedas sociales, paralelas a las oficiales, pueden representar una solución ante la crisis actual, aunque haya diferentes opiniones sobre esta iniciativa. Hace décadas que funcionan en Suramérica y Centroeuropa y ahora empiezan a experimentarse en algunas localidades europeas, en las que consumidores, comerciantes y redes de economía solidaria se están aliando para evitar la dispersión de la riqueza y favorecer el consumo sostenible y de proximidad.
Un ejemplo es el ECO, una moneda social catalana que tiene el mismo valor del euro pero sin intereses, siendo, así, más económica. Además se emite localmente y automáticamente en cada nueva transacción sin necesidad de mediación por parte de bancos. Todos comenzamos con cero euro. Al hacer un intercambio, quien recibe el producto o servicio contrae una deuda, que puede saldar con cualquier otro usuario de la red. Es un trueque multirrecíproco, distinto del trueque directo. También es posible cambiar ecos con euros para gastarlos en tiendas que adhieren al circuito ECO.
Otro ejemplo, recentísimo, es la libra de Bristol que, aunque no sea la primera moneda complementaria experimentada en el Reino Unido, presenta sin duda unos rasgos nuevos que la diferencian de las antecedentes. De hecho, cuenta con el apoyo del Ayuntamiento y de una entidad financiera como el Bristol Credit Union.. La alcaldía se compromete en el sostenimiento del proyecto, dando la posibilidad de pagar con la libra de Bristol los impuestos locales. Por otro lado, la autoridad financiera desarrolla el importante papel de depositario y garante de las primeras 85.000 libras locales en circulación.
Billetes impresos y moneda electrónica conviven. Los ciudadanos (bien 400.000 vecinos implicados) pueden entrar en posesión de libras de Bristol aceptándolas como vuelta de sus pagos en los comercios (300 en toda la ciudad) o bien cambiar libras esterlinas por libras de Bristol en una red de oficinas bancarias (1£B = 1£). Se destaca la opción de abrir una cuenta online con la Bristol Credit Union (disponible para las empresas también), que permite pagos no sólo por Internet sino también por SMS, a través del sistema text to pay, que muchos ya consideran el sistema de pago del futuro.
Mucho es el entusiasmo hacia iniciativas de este tipo, pero ¿es esto un paso eficaz hacia una sociedad más unida y responsable? Sólo los futuros desarrollos nos dirán si es así.
Fuertemente constreñidas por la falta de liquidez, ¿cómo pueden hoy las empresas sobrevivir a la crisis económica sin renunciar a comprar y vender sus bienes y servicios?
Una de las posibles soluciones nos llega desde Suiza y Cerdeña (Italia), donde cada vez más empresas están generando una auténtica economía paralela que les permite aliviar los síntomas de la crisis y generar todas esas actividades que seguimos considerando necesarias.
Sardex.netyWirson sístemas de circuito de crédito comercial, es decir, dos modelos de moneda complementaria para generar crédito entre las empresas y, sin involucrar dinero, para intercambiar aquellos bienes y servicios que el mercado no sería capaz de absorber.
El Wir suizo, surgido durante la crisis de los años 30 como moneda alternativa utilizada en una red comercial para PYMES, hoy está administrado por un verdadero banco, pero no un banco “malo” como los demás, sino uno que intenta recuperar el carácter originario de esta entidad, o sea, promover el desarrollo y el crecimiento de las empresas locales. Además de créditos en francos suizos, la Wir Bank concede créditos en Wir, una moneda que permite crear un circuito de compensación multilateral de bienes y servicios entre las más de 60.000 empresas clientes.
Comparte la misma necesidad de estimular iniciativas de finanzas éticas el Sardexde Cerdeña, un sistema monetario virtual basado en interés cero y reconocido solo por las empresas que están asociadas al circuito. Los intercambios en Sardex se realizan a través de procedimientos electrónicos mediante la Web donde cada empresa dispone de una cuenta propia. La única condición es gastar en el circuito lo que ha sido recibido a través del circuito. Así que son las empresas en sí que dan y obtienen crédito, reduciendo su exposición a los bancos y cooperando mutuamente (y a nivel local) en tiempos de crisis.
¿Y si fuera precisamente la moneda complementaria la clave para asegurar un posible futuro a nuestra economía?
Todavía no lo sabemos, sin embargo el argumento más fuerte a favor de la difusión de las monedas complementarias radica en la función social de soporte mutuo entre las empresas, especialmente en periodo de crisis, cuando la falta de créditos bancarios y la subida de las tasas de interés limitan los intercambios comerciales.