martes, 29 de enero de 2013

Medicina tradicional china y Tai Chi Chuan



Una práctica relacionada con la medicina tradicional china es el Tai Chi Chuan, un arte marcial que con aquella comparte sus principios básicos y su finalidad de salvaguardar el equilibrio energético del organismo. Su origen se pierde en la leyenda, pero no cabe duda de su conexión con la filosofía y la religión taoísta. De hecho, se reconoce como mítico fundador al monje Chang San Feng, que lo creó inspirándose en la naturaleza y en los movimientos de los animales. Desde entonces esta disciplina se difundió como una común práctica de salud apta para todas las edades. 


El concepto básico es el del Qi, es decir la energía vital compartida por el Universo, la Tierra y los Seres humanos, que fluye continuamente por la Naturaleza. Para el Tai Chi Chuan, al igual que para la medicina tradicional china, esta energía circula en el cuerpo a través de canales llamados meridianos y la salud del cuerpo depende de una circulación equilibrada. El Qi suele representarse a través del símbolo Taiji que es expresión de la dualidad entre yin y yang, fuerzas opuestas y complementarias como masculino y femenino, vacío y lleno, blanco y negro, frío y calor, etc. En la práctica de los movimientos del Tai Chi Chuan, llamados Forma, a nivel físico tal armonía en la oposición se expresa a través de inspiración y exhalación, estiramiento y contracción.


La práctica se compone tanto de entrenamiento individual como de combate entre dos personas. Hay que destacar la importancia de la respiración y, a pesar de ser una forma de combate, de la suavidad en los movimientos, que tienen que ser naturales y fluidos. La condición fundamental, a la cual uno se acerca solo con la práctica, es el dominio de los músculos, así que se llegue a controlar y utilizar tan solo los que realmente se necesiten en cada momento.

Según el maestro Cheng Man Ch’ing existen alrededor de 120 movimientos, que proceden de 13 posiciones originales, por él resumidos en una forma abreviada de 37 cuadros.

Por sus beneficios, el Tai Chi Chuan (sobre todo en China) a menudo integra los tratamientos de medicina natural: al parecer, combate el estrés y los dolores crónicos y favorece el equilibrio, la flexibilidad y la circulación de la sangre. Aunque parezca increíble, en su libro el maestro incluso cuenta acerca de su restablecimiento de la tuberculosis y de algunos casos más, resueltos con la ayuda del Tai Chi Chuan. Si según la medicina occidental, en la mayoría de los casos, las enfermedades pulmonares requieren la cirugía, la medicina china considera una diferente posibilidad, a no ser que se trate de enfermos terminales. De hecho, mientras la primera recomienda que los enfermos estén en la cama, la segunda está convencida de que su absoluto descanso los perjudican, ya que al correr del tiempo el cuerpo se debilita y el funcionamiento de los pulmones se compromete al no expandirse y comprimirse completamente. Además de esto, ¿cómo sería posible sanar a cualquiera con el mismo medicamento, si solo una mínima parte de las patologías pulmonares tienen origen directamente en los pulmones? La enfermedad podría, por ejemplo, nacer del estómago, así que sin curar la raíz del mal la patología no se puede derrotar definitivamente.

La actitud del enfermo frente a su patología también tiene un papel de primer plano, ya que influye de manera negativa o positiva, acelerando la muerte o, al contrario, ayudando a restablecerse.




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