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jueves, 16 de mayo de 2013

Scout- escándalos y conroversias


“Prometo por mi honor, y con la ayuda de Dios, hacer cuanto de mí dependa para cumplir mis deberes para con Dios y la Patria, ayudar a mi prójimo en toda circunstancia y obedecer fielmente la Ley scout. "



Desde sus inicios el Movimiento Scout se ha caracterizado por ser un movimiento en el que la disciplina, el carácter, la fuerza y la valentía se hacen ver en la mayoría de sus integrantes. El Movimiento pone énfasis en las actividades al aire libre y en el servicio comunitario, y se propone formar el carácter de los jóvenes - de forma práctica – con valores humanos como hermandad e igualdad. Pero, de verdad es así? Los valores humanos siguen siendo una prioridad? Y ¿qué pasa cuando alguno de los lobatos, pioneros o caminantes no presenta una de las características queridas? Al saber que este Movimiento se ha visto en muchas ocasiones involucrado en controversias de carácter social y moral, nuestra investigación pretende responder a estas preguntas y averiguar si dentro del Movimiento Scout una persona pueda ser discriminada por motivos de religión, género o sexualidad.


Unos de los temas más delicados en este sentido es por cierto el de la homosexualidad. Muchas asociaciones de Scouts del mundo están defendiendo el principio de no discriminación en sus filas, mientras hay otras - como las de Panamá y Estados Unidos – que decidieron excluir a los gais, aunque en ningún lado se expresa que los homosexuales no pueden ser scouts. Todo empezó en el julio de 1990, cuando James Dale, un chico de 18 años de New Jersey, recibió en su domicilio una carta de la BSA (Boy Scouts of America) con la cual se le comunicaba su expulsión permanente. Aunque no estaba escrita, la explicación era obvia: lo expulsaron por ser gay, después que un periódico de su ciudad escribió que James había participado a un seminario sobre las necesidades de los jóvenes gais. Al pedir explicaciones sobre esta expulsión, la BSA contestó que “por política asociativa está específicamente prohibida la membresía homosexual en la asociación”. La BSA cree, sin embargo, que la conducta homosexual es inconsistente con la promesa “un scout debe mantener su moral fuerte” y con el artículo de la ley “un scout debe ser limpio en palabra y pensamiento”. Está claro que para ellos los homosexuales no tienen el rol que se desea para ser modelo a imitar por sus scouts”. A su vez, el texto se apoyaba en los “valores tradicionales familiares” y “el rol de la moral en los formadores”, dando a entender que la gente gay no tiene ninguna de ambas cosas. Algo paradójico si tenemos en cuenta que el mismo fundador del Movimiento, Lord Robert Stephenson Smith Baden-Powell of Gilwell verosímilmente era gay.


Otros temas muy controvertidos son los del ateísmo y del agnosticismo.  El movimiento scout debería ser una herramienta para desarrollar las habilidades de los niños y de las personas. Cooperar en un grupo, aprender habilidades manuales, pasarla bien con los amigos, respetar a los demás y a los que son distintos de nosotros. Valores y capacidades que por las palabras de la promesa deberían ser fundamentales para pertenecer al movimiento. Pero, si alguien no cree en Dios o si se limita a decir que  hay la posibilidad que Dios exista no será el bienvenido.


Además de ser intolerantes a las diversidades sexuales y religiosas, a veces el movimiento scout ha sido acusado de actuar como la iglesia católica, encubriendo varios casos de un crimen infamante como la Paidofilia. Según los principales periódicos internacionales, desde 1970 hasta 1991 la organización scout de Los Estados Unidos ocultó y no denunció a miles  episodios de abusos sexuales a menores a pesar de las advertencias que padres y ciudadanos expresaron. Según los investigadores, en la mayoría de los casos (hasta el 80% de las veces) los scouts conocían los abusos y los ocultaron protegiendo a los culpables.


Estos hechos nos muestran que hay una contradicción muy fuerte en el movimiento scout que tiene sus fundamentos en valores como el honor, la ayuda, el respeto y donde ocurren a menudo crímenes y violaciones de la ley.
Al final, el movimiento scout podría ser un modelo educativo muy valioso para niños y jóvenes, pero hace falta solucionar estos problemas internos y a lo mejor modernizar sus tradiciones así que puedan ponerse más en armonía con los cambios culturales y sociales  de hoy.







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