“Prometo
por mi honor, y con la ayuda de Dios, hacer cuanto de mí dependa para
cumplir mis deberes para con Dios y la Patria, ayudar a mi prójimo en
toda circunstancia y obedecer fielmente la Ley scout. "
Desde sus inicios el Movimiento Scout se
ha caracterizado por ser un movimiento en el que la disciplina, el
carácter, la fuerza y la valentía se hacen ver en la mayoría de sus
integrantes. El Movimiento pone énfasis en las actividades al aire libre
y en el servicio comunitario, y se propone formar el carácter de los
jóvenes - de forma práctica – con valores humanos como hermandad e
igualdad. Pero, de verdad es así? Los valores humanos
siguen siendo una prioridad? Y ¿qué pasa cuando alguno de los lobatos,
pioneros o caminantes no presenta una de las características queridas?
Al saber que este Movimiento se ha visto en muchas ocasiones involucrado
en controversias de carácter social y moral, nuestra investigación
pretende responder a estas preguntas y averiguar si dentro del
Movimiento Scout una persona pueda ser discriminada por motivos de
religión, género o sexualidad.
Unos de los temas más delicados en este sentido es por cierto el de la homosexualidad. Muchas
asociaciones de Scouts del mundo están defendiendo el principio de no
discriminación en sus filas, mientras hay otras - como las de Panamá y Estados Unidos
– que decidieron excluir a los gais, aunque en ningún lado se expresa
que los homosexuales no pueden ser scouts. Todo empezó en el julio de
1990, cuando James Dale, un chico de 18 años de New Jersey, recibió en
su domicilio una carta de la BSA (Boy Scouts of America)
con la cual se le comunicaba su expulsión permanente. Aunque no estaba
escrita, la explicación era obvia: lo expulsaron por ser gay, después
que un periódico de su ciudad escribió que James había participado a un
seminario sobre las necesidades de los jóvenes gais. Al pedir
explicaciones sobre esta expulsión, la BSA contestó que “por política asociativa está específicamente prohibida la membresía homosexual en la asociación”.
La BSA cree, sin embargo, que la conducta homosexual es inconsistente
con la promesa “un scout debe mantener su moral fuerte” y con el
artículo de la ley “un scout debe ser limpio en palabra y pensamiento”.
Está claro que para ellos los homosexuales no tienen el rol que se desea
para ser modelo a imitar por sus scouts”. A su vez, el texto se apoyaba
en los “valores tradicionales familiares” y “el rol de la moral en los
formadores”, dando a entender que la gente gay no tiene ninguna de ambas
cosas. Algo paradójico si tenemos en cuenta que el mismo fundador del
Movimiento, Lord Robert Stephenson Smith Baden-Powell of Gilwell verosímilmente era gay.
Otros
temas muy controvertidos son los del ateísmo y del agnosticismo. El
movimiento scout debería ser una herramienta para desarrollar las
habilidades de los niños y de las personas. Cooperar en un grupo,
aprender habilidades manuales, pasarla bien con los amigos, respetar a
los demás y a los que son distintos de nosotros. Valores y capacidades
que por las palabras de la promesa deberían ser fundamentales para
pertenecer al movimiento. Pero, si alguien no cree en Dios o si se
limita a decir que hay la posibilidad que Dios exista no será el bienvenido.
Además
de ser intolerantes a las diversidades sexuales y religiosas, a veces
el movimiento scout ha sido acusado de actuar como la iglesia católica, encubriendo varios casos de un crimen infamante como la Paidofilia. Según los principales periódicos internacionales, desde 1970 hasta 1991 la organización scout de Los Estados Unidos ocultó y no denunció a miles episodios de abusos sexuales a
menores a pesar de las advertencias que padres y ciudadanos expresaron.
Según los investigadores, en la mayoría de los casos (hasta el 80% de
las veces) los scouts conocían los abusos y los ocultaron protegiendo a
los culpables.
Estos hechos nos muestran que hay una contradicción muy
fuerte en el movimiento scout que tiene sus fundamentos en valores como
el honor, la ayuda, el respeto y donde ocurren a menudo crímenes y
violaciones de la ley.
Al
final, el movimiento scout podría ser un modelo educativo muy valioso
para niños y jóvenes, pero hace falta solucionar estos problemas
internos y a lo mejor modernizar sus tradiciones así que puedan ponerse
más en armonía con los cambios culturales y sociales de hoy.
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