El Tango es un baile de pareja y
también un género musical en el cual confluyen muchos géneros y muchos estilos.
Los orígenes del Tango todavía no son muy claros, no es posible decir con
certitud cuándo, cómo y dónde nació. Lo que podemos decir sin duda es que,
entre las numerosas influencias de géneros musicales que sufrió, las más
importantes son la milonga y la habanera.
La milonga, si bien hoy es un
término utilizado en Argentina para indicar lugares de fiesta y de baile, es un
género musical folclórico que proviene del candombe y de la cultura gauchesca y
que se interpreta con guitarra y se canta con palabras improvisadas. Se
difundió hacia 1860 y se escuchaba en los bares y en reuniones sociales. Hay
dos diferentes tipos de milonga: la MILONGA CAMPERA, que es la forma original,
y la MILONGA CIUDADANA más tardía creada en 1931 por Sebastián Piana con
la “Milonga sentimental”.
La habanera es un género musical
que nació en Cuba en la primera mitad del siglo XIX cuyos estilo y ritmo se
inspiran probablemente en la contradanza española del siglo XVIII. Se dice que
hacia 1850 la habanera fue llevada a Argentina por los marineros que
desembarcaban en los puertos sureños y desde aquél momento se difundió en
fiestas, reuniones y funciones teatrales. A partir de estos géneros, en la
Buenos Aires del siglo XIX caracterizada por un contexto de diferentes culturas
(italiana, alemana, inglesa, española), empezó a desarrollarse el tango en sus
diferentes formas musicales. Así nació el Tango Canyengue, una
mezcla de habanera, tango, candombe y milonga que tuvo un éxito increíble
porque empezaron a bailarlo muchísimas mujeres que hasta entonces no podían
hacerlo, ya que se bailaba solo entre hombres. Debido al gran éxito
alcanzado por el Tango Canyengue empezaron a desarrollarse otros estilos
musicales y de baile. Uno de los más famosos es el Tango Salón.
Hasta los años ‘20 los
músicos no tenían formación académica e improvisaban con sus instrumentos, esta
época se llama Guardia Vieja (1880-1920) y entre los más famosos se
distinguen Francisco Canaro, Roberto Firpo y Augustín Bardi.
Desde los años ’20, en un
contexto de fermento cultural, se desarrolló un gran cambio en la música: nació
un movimiento renovador en el cual los músicos ya tenían una formación musical
y apareció el tango- canción. Julio de Caro fue un pionero de esta música
inmortal, dirigiendo su Sexteto inauguró la época de la Guardia Nueva
(1924). En esta evolución las orquestas se agrandan y debido a la
radio y a las grabaciones, sus intérpretes se popularizan; es esta la época de
Juan de Dios Filiberto y Juan D’Arienzo. Sus tangos eran más alegres y estaban
pensados para que la gente pudiera bailarlos.
Los años ’40 son la época de
Osvaldo Pugliese y Aníbal Troilo, llamada Década de oro del Tango, por
la riqueza de orquestas, músicos, cantores y compositores y por la afluencia de
bailarines y personas que llegaban para ver estos espectáculos.
A partir de los años ‘50 las
orquestas dejan espacio a los solistas sobresalientes, y los grupos musicales
son más reducidos: esta es la época llamada “Vanguardia”, liderada por
Astor Piazzolla gracias al cual ha entrado en la sala de conciertos.
Desde
entonces el Tango sigue teniendo un gran éxito en todo el mundo tanto en la música
como en el baile, cuyos estilos son variados y diferentes teniendo una estrecha
conexión con la música misma, porque con esa se desarrollan, y también con las
palabras de sus letras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario